El Mirlo
MEMORIA
Artículo 1 de 9
Interrelacionalidad Creacional
"SOL MITO". Autor NEUR-OTICA. Composición reflejando graffiti urbano. Graffiti calle D’ABD EL-KADER, Barcelona, (foto: 23/10/08),
La Interrelacionalidad
Es esta cualidad en la completa creación que nos da noción de lo indivisible que la creación es. Únicamente en la imaginación la podemos fragmentar, de donde surgen mito y ciencia, creencia y factualidad. Si bien la ciencia y la factualidad pueden ser un "contacto" directo con la realidad, el mito y la creencia siempre son un provechoso juego infantil cuando se los toma como fábulas, y una dolorosa enfermedad cuando se los toma como verdad. La interrelacionalidad, al tiempo de manifestar la unicidad creacional, pone de relieve una verdad absoluta en la que todos estamos abrigados. Ya que cualquiera puede ver que nada absolutamente en la creación puede escaparse a la interrelacionalidad. Ocurre que cuando el cerebro se encuentra sujeto a la identificación de sus contenidos, que son los reflejos de la realidad que en él se forman, pierde el sentido de percibir pero también de discurrir en la interrelacionalidad, lo que lo constriñe en un movimiento centrípeto, el cual torna "ciega" a la percepción de la totalidad.
RICO PAR (Octubre 4, 2009)
Interrelacionalidad Multidimensional Creacional
(Una visión general).
La Interrelación Creacional.
Cuando observamos con determinado cuidado la Creación, desde cualquier punto que tomemos como perspectiva en la observación, se hace evidente la interrelación que existe entre todas las cosas, tanto las llamadas inertes como los denominados seres vivos. De hecho, ninguna cosa o ser vivo en el universo puede existir sin las otras, inertes y vivas, pues es precisamente de lo ¡envolvente! que puede formarse lo ¡envuelto!. EL completo universo es un campo continuo de ¡envuelto-envolvente! que se extiende hacia el infinito. De lo más sencillo a lo más complejo. En el nivel de las partículas por ejemplo, ellas se asocian a través de coordinar sus comportamientos inherentes ¡aprehendidos!, sus fuerzas y sus cargas eléctricas etc. convirtiéndose en la unión en una nueva configuración a un nivel
"El Chakra Perdido ". Autor NEUR-OTICA. Composición reflejando graffiti urbano. Graffiti calle D’ABD EL-KADER, Barcelona, (foto: 23/10/08),
más complejo. A partir de estas uniones, relaciones, avanzando en la multiplicidad de las "asociaciones" en las formaciones, se van organizando los distintos elementos físicos, químicos, moleculares… etc. que surgiendo de ello diferentes niveles de desarrollado organizativo van coordinándose formando la diversidad de cosas y seres que descubrimos en la Creación, desde las que en apariencia son extremadamente sencillas, hasta las que se muestran tan asombrosamente complejas. La interrelación creacional es un infinito campo de envuelto-envolvente.
La Vida, un compendio del completo Cosmos.
Visualizándolo de forma simple, podemos decir que sin partículas no puede haber estrellas, y sin ellas no hay planetas, y sin éstos la vida biológica, tal como hasta ahora la conocemos, parece no ser posible. Sin todo eso no estaríamos aquí hablando de ello. Sin estrellas no habría galaxias, y sin galaxias no existiría el Universo. En esta interrelación, vemos que desde lo más pequeño hasta lo más grande todo ello es interdependiente. Las partículas, que son las formas de materia, interrelación y significado más diminutas que conocemos. Las estrellas, que son hornos en donde un colosal enjambre de partículas reunidas van cociéndose en sus interrelaciones en una gran cantidad de mutaciones de las que emergen todos los elementos que conforman lo inerte y lo vivo. Y en el término medio relativo en cuanto a tamaño se encuentra "incubada" en un planeta, la Vida biológica que somos y conocemos. Ésta, la Vida, sin el micro y macro Universo no sería posible. Entonces, la Vida es el compendio del completo Universo.
Vida-muerte, vida-muerte… hacia el infinito.
Nuestra estrella madre, el Sol, que nos da luz y calor entre otros muchos aspectos imprescindibles, por lo que podemos estar ahora considerándolo, está cociendo todas las partículas de las que se formarán nuevas creaciones cuando un día muera arrastrando con ella a sus planetas, y esparza todo su material atómico por la galaxia, para que nuevas aglutinaciones estelares y planetarias puedan configurarse. El ciclo de toda configuración envuelto-envolvente, nacer-culminar-morir. Nuestro sistema solar y el completo de seres vivos que ahora poblamos la Tierra, estamos formados por los restos de estrellas que vivieron mucho antes de que el Sol y su sistema planetario se formara, y que con su muerte aportaron todo el material atómico que hoy componemos el completo sistema solar. Esta "onda" de comportamiento, formación-culminación-disolución se manifiesta en todas las cosas, contextos y dimensiones. Lo que se forma lo hace tomando elementos de lo envolvente, culmina replicando su comportamiento, su manera de utilizar el envolvente para configurarse, y termina por diluirse
"Abriéndose la Flor". Autor ¿? Composición reflejando graffiti urbano. Graffiti calle D’ABD EL-KADER, Barcelona, (foto: 23/10/08),
devolviendo a lo envolvente lo que de él ha estado utilizando. Esta onda de formación-culminación-disolución es la base de la continua transformación del todo creacional siempre tendiendo a lo nuevo.
La memoria Galáctica
La memoria relaciona las cosas, pero ella también se pierde, ¿quién puede imaginar la vida y las culturas que se formaron en aquellas estrellas que ya no existen? Es un hecho que toda la memoria de aquellas estrellas ahora convertidas en nuevos soles, con sus planetas, como la Tierra con la vida que alberga, ha desaparecido, nada físico ni nada biológico puede recordarlas, pues con su acto de morir y disolverse se han convertido en algo nuevo y su memoria se ha diluido. (No tengamos aquí en cuenta la posibilidad de que cierta vida inteligente hubiera podido lanzar una cápsula con mensaje incluido al inmenso océano del vacío, y que esta "botella" hubiera podido escapar de la muerte del sistema solar del que fue proyectada, pudiendo ser recuperada desde los nuevos sistemas formados). Ahora sólo podemos tener noción de que existieron, pues las estrellas que ahora viven, con sus planetas y seres vivos, dan constancia de ello, ya que utilizan todo el material que aquellas cocieron, pero ninguna otra cosa de todo lo que con ellas vivía puede llegar hasta nosotros. Toda configuración al disolverse retorna su material atómico, todos sus constituyentes a lo envolvente, su significado se esfuma, y borra su memoria en la medida que los componentes que formaban ese compendio se diluyen. Esas estrellas de hecho han quedado borradas del recuerdo del universo. Se sucede la memoria genérica, de cómo se han de estar comportando las estrellas, todas las cosas, se mantiene en las que ahora viven, pero la memoria particular de aquellas que ya han muerto se ha diluido. En un tiempo futuro aunque muy lejano desde nuestra perspectiva humana, esto ocurrirá un día con este sistema solar que habitamos y somos. Este final también sucederá con nosotros como especie, los seres humanos, al igual que con el completo universo, pues "nada se escapa a la onda formación-culminación-disolución".
Los registros-memoria manifiestan el tiempo.
Con estas exposiciones, que reflejan en cierta forma cómo se mueve la energía desdoblándose en la micro-macro multidimensionalidad, conservando información a través de la memoria, organizándose hasta incidir en los seres vivos y la conciencia, es fácil observar que en ello el tiempo juega un papel importante como cualidad que permite la constancia de las cosas en sus inherentes intervalos formativos. Sin el tiempo la organización en un sentido u otro no sería posible, pues las cosas no podrían formarse. El tiempo así, ha de ser unidireccional, cualidad que permite la organización. Y la organización precisa de registros para saber cómo están organizadas las cosas, en síntesis la memoria. Pero el tiempo no es más que la apariencia del movimiento que ocurre en el ahora, y la memoria es información contenida en los registros que "son" en el ahora. Esto lo hemos de denotar de manera "sensitiva", que el completo tiempo se encuentra en el ahora. Registros y flujo ocurren en el ahora. Esos abismales movimientos de creación-destrucción, y nueva creación a partir de lo destruido, que es la cualidad constante de la completa creación, se encuentran contenidos en el ahora. Somos el completo tiempo pasado, tanto si podemos atisbarlo como si no. Y en igual forma somos el completo tiempo futuro, igualmente tanto si podemos atisbarlo como si no. La totalidad del tiempo se encuentra en el Ahora.


Lo Eterno, la Nada, la Energía; Inteligencia.
El Flujo, la Interrelacionalidad, la Creatividad, la Belleza; Creacionalidad.
Todo ello, en "suma", el AMOR.



Pasado y Futuro en el Ahora
Desde la dimensión que los humanos percibimos la realidad, el pasado no puede ser cambiado, pues en este "nivel" el tiempo tiene una sola dirección. Y en la multidimensionalidad del Ahora el futuro es un potencial infinito de posibilidades creacionales. El pasado está registrado hasta cierto punto, gracias a lo cual las cosas en el Ahora "están hechas". Hasta cierto punto porque el pasado es relativo, nunca absoluto, lo que hace que no lo podamos ver completo. Pero sin ese cierto pasado registrado las cosas no podrían encontrarse configuradas en el Ahora. Lo que percibimos es como una línea que se pierde hacia "atrás" en ese flujo unidireccional que manifiesta el movimiento como tiempo, sin embargo los registros que evocan ese hecho pasado, el acontecer que murió, se encuentran en el Ahora manteniendo esa relativa información de aquel momento vivo. Relativa porque la información es una parte de lo que verdaderamente aconteció, no el completo movimiento vivo que es el Ahora.
Entonces el futuro lo vemos hacia adelante en esa línea, cuando únicamente es una proyección que hacemos en el Ahora, a partir de los registros "vivos" del Ahora que contienen la información y el significado que "transcurre" en ellos. Cuando en el Ahora lo nuevo se manifiesta y es explicado deja de ser algo nuevo, pues en la medida que está emergiendo ello es algo nuevo, pero al explicarlo se está convirtiendo en algo viejo, conocido, ya no es nuevo. La multirrelacionalidad de información y significado que interconecta el hecho registrado con lo vivo no se nos hace patente de forma completa, así el futuro sólo lo percibimos como imágenes fijas delimitadas y más bien estáticas, cuando de hecho es un potencial infinito. Al igual que las imágenes fijas del pasado, ambas, pasado y futuro, están sostenidas por los registros que se encuentran "vivos" en el flujo del Ahora. Esas "imágenes del tiempo" no contienen el completo flujo vivo del Ahora, son parciales, ya que ellas precisamente están contenidas en el Ahora, el cual es lo total, lo completo que se sostiene en un "campo muchísimo más grande", "lo eterno".
El futuro son los cambios a los que las cosas, los registros y su información, que son el pasado, pueden "dirigirse" en el Ahora, cambiar. Cambios hasta cierto punto determinados por la información que los registros "suceden"
"¿Formación o Disolución". Autor ¿?. Graffiti calle Jardines Katerina, Barcelona, (foto: 4/4/05),
en el Ahora, pero también por los cambios en el flujo vivo por los que los propios registros y sus contenidos se van viendo afectados. La desbordante potencialidad de posibilidades del futuro que no podemos ver de forma completa, como el parcial pasado que también es incompleto, son la polaridad del movimiento, del flujo del Ahora. Es a esa información contenida en los registros lo que llamamos tiempo, y su significado aflora en el movimiento del Ahora. En el Ahora se está desplegando el completo tiempo, en el cual podemos incidir a través de los registros, que de hecho son los que manifiestan el tiempo, así tener una noción de cómo fue el flujo vivo en el pasado y hasta cierto punto y con determinadas cosas en las que sus comportamientos inciden en un establecido patrón configuracional, predecir a partir de lo registrado cómo se comportará el movimiento en el futuro. Esto especialmente con lo relatico a lo físico, pues en cuento a la mente, ella se escapa radicalmente de este "corsé" del tiempo. Aunque ahora, el cerebro, encontrándose en estado de espejismo, pierda muy confusamente el sentido de lo que en verdad es la mente.
Este juego del tiempo en el Ahora es sencillo verlo, pues todo lo que está formado en el Ahora se debe al insistente comportamiento de constancia que los registros manifiestan, replicándose y cambiando al hacerlo para sucederse en el Ahora. En esta completa creación que se encuentra en estado de flujo, todo registro tiene un período de existencia que le es propio en función de sus mismas características, de sus propios comportamientos. Los registros cambian, de forma sutil o abruptamente; mueren y se crean de nuevos en ese acto de disolverse. Ello es el flujo del Ahora en un continuo movimiento siempre nuevo. Es en esta cualidad de lo nuevo en movimiento donde se encuentra el futuro con toda su potencialidad implícita, brotando del incompleto pasado que se encuentra en los registros, los cuales son alimentados por la energía cuyo estado es el de "Ahora". No existe energía pasada o futura, pues la energía brota de lo eterno y ambas cualidades, lo eterno y su energía, son el mismo ahora. El completo tiempo se encuentra en el Ahora que no es tiempo. La energía se encuentra en el Ahora alimentando los registros y la información que se sucede en el Ahora a través de ellos; abriéndose a lo nuevo. Y es este flujo vivo del Ahora que el ser humano lo percibimos como pasado-futuro, registros a los que le damos la mayor importancia, desdeñando el auténtico significado, que es el flujo y su siempre nuevo cambio.


El espejismo de centricidad, una sombra en el cerebro,
lo atrapa en el tiempo, que tomado como verdad en la mente,
le oculta la Inmensidad del Ahora y su Eterna Energía.
(Es de este ocultamiento que surge el miedo).

Los Registros, la Mente y el Ahora.
Cuando vemos una estrella lejana, no la estamos viendo como se encuentra en el ahora, sino que la vemos como fue en el pasado. Recibir su luz a invertido un tiempo, y estos registros que recibimos de ella en forma de fotones desplazándose que nos traen su imagen, son una sombra del verdadero estado en el que se encuentra la estrella en el ahora. No estamos viendo el universo como es ahora, sino como fue en un momento anterior de su vida. En nuestra vida cotidiana ocurre el mismo principio, pero como la escala de nuestro tiempo humano es muchísimo más pequeña, los abismales cambios que en él se producen no afectan demasiado a como nosotros lo estamos percibiendo en el día a día. Pero no nos podemos eximir del movimiento, sólo a expensas de ser disueltos.
Cuando uno denota lo complejo que se hace despertar una captación directa de cómo todo ello se está moviendo en el ahora, es cuando puede despertar el sentido profundo de inteligencia del que la creación está surgiendo. La materia son registros, que a su vez son tiempo, ambos son el par espacio-tiempo polaridad del movimiento, el cual es la manifestación de la energía utilizada por la inteligencia, creando todo lo que percibimos tanto como lo que no vemos. Y en este colosal acontecimiento de creación en el ahora, surge la conciencia en el cerebro humano, que tiene acceso a comprender que esta "sublimación creacional" está aconteciendo. Puede parecer desbordante para la mente, incluso pavoroso, pero esto sólo ocurre cuando la mente se queda atrapada en los registros, pues cuando la mente puede fluir en su auténtica capacidad de percibir más allá de la materia y el tiempo, entonces comprende que todo absolutamente está surgiendo de ella, de la mente. Esto se ha de ver muy claro: no es la mente atrapada en los registros la que puede dilucidarlo. Los registros son meramente funcionalidades, el sentido es fluir en el significado que discurre en el ahora. Éste es el "chakra" perdido.
Interrelación y Unisonidad.
Observándolo más de cerca, aquí en el planeta, en el interior de la biosfera que nos cobija, que nos envuelve, podemos darnos cuenta de la inevitable interrelación que existe entre todo lo que ella contiene. Interrelación que no es un campo cerrado pues se extiende de forma infinita hacia lo micro en igual medida que hacia lo macro en la totalidad del universo. Y esta interrelacionalidad ocurre de manera multidimensional hasta el infinito. La tierra y el mar, los diferentes elementos físico-químicos, y la evolución biológica, etc. dan constancia de la imbricación de la que nada ni nadie se puede escapar. Y desde luego todo ello ocurre con dependencia del resto del universo, pues no podría ocurrir separado. La completa creación es una. Ella se sostiene en la interrelacionalidad envuelta y desenvolvente en la multiplicidad. La mente precisa la percepción, (que únicamente puede ser pensada a costa de fragmentarla), de sentir esta interrelacionalidad infinita en la multidimensionalidad en la que la creación fluye. Es ahí cuando la mente se libera del tiempo, y el barro, los registros, no interfieren esa percepción en la unisonidad. Pero qué difícil se hace fluir en la interrelacionalidad cuando un movimiento centrípeto se esfuerza vehementemente por separarse como si fuera exclusivo sin tener nada que ver con esa unisonidad. El sentido de interrelacionalidad multidimensional, que cuando existe se extiende obviamente en todos los "niveles" de la percepción y la relación, no puede ser ni formulado ni "axiomatizado", pues sólo puede ser vivenciado. Sin embargo, cuando ese sentido se encuentra "operando", como él proviene de la inteligencia, su tendencia al orden es consustancial a la tendencia al orden que implica el propio flujo creacional, fluyen al unísono. Aún el desorden del que el orden proviene y en el que el orden subyace. Desorden y orden; interrelación que evidencia la unisonidad. De hecho, nos atrevemos a aseverar que no existe el desorden, únicamente existe la ignorancia de la vida, y de la muerte, que es en lo que los humanos estamos presos. De ahí nuestro descalabro.


Los seres humanos presumimos de que somos muy ordenados. "Todo lo ordenamos", incluso la psique; le damos órdenes. Sin embargo, nuestras relaciones, son auténticos calvarios de pugna y utilización ajena en beneficio propio. Y decimos que ese desorden psicológico es el auténtico sentido de la vida.
Separación imaginada
Frente a este demoledor hecho de que absolutamente todo se encuentra relacionado, fluyendo en un orden que no puede separar las cosas unas de otras, surge la capacidad del cerebro humano de "abstraer" una parte de la totalidad y conceptualizándola convertirla en idea. Una idea es una imagen en el cerebro que sintetiza y hace la función de representación de alguna cosa de lo real, de lo que verdaderamente existe. Pero la idea es una proyección que proviene de los registros, sin éstos no existe idea. Es precisamente lo que condiciona que las ideas siempre sean una parte y ellas no tengan forma posible de "captar" la totalidad. Ellas heredan la incompletitud de conocimiento o información que afecta a los registros. Las ideas siempre son incompletas. Es a raíz de esto que una idea puede ser beneficiosa cuando es concordante con la realidad y la verdad, cuando la idea las apunta, y convertirse en algo de lo más nefasto cuando la idea está disociada de ambas o de cualquiera de ellas. Esta capacidad del cerebro, que es muy ventajosa y provechosa en cuanto al conocimiento de lo físico, para lo
"Facial Psique". Autor OMAR. Composición reflejando graffiti urbano. Parque de las Aguas, Barcelona, (foto: 3/5/05),
funcional de la vida cotidiana, se convierte en un letal medio cuando la aplicamos al conocimiento de lo psicológico, al sentir. Ya que lo físico se ajusta a cierta mecanicidad, y es precisamente lo mecánico que podemos explicar como algo abstraido de lo total. Mas en relación a lo psicológico se produce una distorsión, ya que siendo el estado natural de la psique el fluir, lo que la idea provoca a ese libre movimiento es circunscribirlo, delimitarlo dentro de una entidad que se siente separada. Esto es evidente hasta tal punto que no existe ser humano educado en esta fijación de lo psíquico, que no experimente la sensación y el sentimiento de encontrarse separado, cosa que le produce temor (salvo raras excepciones, por el momento claro). El sentimiento de separación proviene exclusivamente de una idea, y es espeluznante advertir el desorden y dolor que tal ideación promueve.
¿Unir lo que ya es solo Uno?
La psique resistiéndose a fluir en el ahora adhiriéndose al campo "fijo" de las ideas, las sombras de la realidad en el interior del cerebro, cargando con ello el emocional pasado archivado, experimenta el espejismo de centricidad que ese cúmulo psíquico proyecta como real, y en la centricidad están implícitas la inclusión y la exclusión. Entonces el sentir del ahora es filtrado por el espejismo tomado como real. De ahí se proyectan sentimientos de unidad con determinados congéneres, y otros de exclusión o rechazo hacia los que no forman parte de ese círculo. La psique, atrapada en el espejismo de centricidad, lo hace pretendiendo paliar esa angustiosa sensación de separación, pero ésta sigue lacerante por mucho que se la oculte. Pues mientras que el ego-céntrico se devanee por ser, esta misma acción ya es en sí misma separación. Toda idea se construye en el cerebro en base a la función de imaginar. Sin imaginación en cualquier ámbito no podríamos desarrollar las ideas. Pero las ideas toman tal potencia de realidad, generan tanta ilusión cohesionadas desde el cerebro en el completo organismo, que la percepción se queda atrapada en ellas. Es de ahí que no existiendo separación alguna en la creación, pues es un campo total vibrando en concordancia todo lo que en ella fluye, que la idea en el cerebro, creando su campo de poder psicofisiológico en el organismo, haga que la psique la experimente como real. Lo que nos permite aseverar que la separación es imaginada, aunque tomada muy profundamente como verdadera. Y es de aquí de donde surge la gran falacia que nos atrapa, puesto que si en la base no hay separación, y nosotros sólo la sentimos como real a causa de las ideas que se encargan de proyectarla, jamás podremos unir lo que ya se encuentra unido. Es desde este punto que nos podemos preguntar ¿es posible que el cerebro pueda en sí destilar la unicidad de la creación? Obviamente si esto ha de poder ser, ocurrirá comenzando a percibir con claridad cómo las ideas, el pensamiento, manifestándose en un cúmulo psíquico que se siente un ego-céntrico, es exclusivamente lo que ahora nos separa y nos hace vivir en la oposición. Sin desembarazarse de ese temor de separación proveniente del espejismo de centricidad, no habrá forma real de acceder al nuevo mundo sostenido por la inteligencia natural, de la cual ahora estamos exentos, que a los humanos nos corresponde para nosotros y para las generaciones venideras.
RICO PAR (27/8/2008 - 19/04/09)
 
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