El Mirlo
MEMORIA
Artículo 5 de 9
El Ahora, lo Eterno. Parte II.
De niño a ego-céntrico, el tiempo ocultando lo Eterno.
A un niño jamás hay que decirle que no mire el Sol directamente. La inteligencia natural del organismo simplemente le impide hacerlo. Sin embargo el fuego lo ha de descubrir por sí mismo, y no se percata del peligro que significa hasta que él no experimenta cómo se siente el fuego cuando toca la piel. El descubrimiento propio a través
"New Man New Woman"
Alex Grey 1984.
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de su percepción. El sentir del cuerpo a través de los sentidos se traslada al cerebro, en donde todo el compendio de señales externas se reúnen en un único conjunto. El sentir "vibracional" de todo lo que está fluyendo en el ahora es un continuo indiviso. El niño no experimenta divisiones entre un interior y un exterior, percibe una unisonidad latente y evidente en el completo acontecer del ahora, aunque como es lógico él no lo puede explicar "razonándolo". Andando en ese transcurrir del despertar biológico, otra cualidad, detectable en un alto grado en el ser humano, se va desplegando el intelecto que se sostiene en el pensamiento, y si esta herramienta del cerebro conlleva maravillosas cualidades, el problema surge con los contenidos que en el pensamiento se van vertiendo procedentes de lo que al niño lo envuelve: la sociedad, familia, amigos, etc. Hasta cierto momento en su mente pueden fluir infinidad de pensamientos, con sus correspondientes sensaciones adheridas, mas gradualmente, debido a la "insistente repetición" se van formando estructuras de pensamiento fijo, como si fueran piedras inamovibles en el camino, y se le induce agresivamente al cerebro a que se identifique con esos contenidos, como si el niño y el ser biológico que se "nodifica" como resultado del desarrollo del completo organismo fueran esas "incrustaciones" grabadas con perseverante esfuerzo en su cerebro.
CoSM-The-Movie-(Trailer).
Documental Alex Grey.
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Lo nuevo viene con el niño, pero el adulto, preso en su perseverancia estática, le "obliga" a lo viejo, a lo establecido, y la novedad queda soterrada en el olvido. El ahora ha sido camuflado, y ha entrado en juego para la percepción, la cuadrícula del tiempo y el espacio que son esos mismos contenidos impregnados en el cerebro. A partir de cierto momento, el niño, dejándose llevar por el instinto natural de sentirse en afinidad con lo que lo envuelve, abandona su también natural instinto de descubrimiento propio al verse obligado a sostener su desarrollo en la "imitación", pues el debe convertirse en una réplica tanto de los contenidos que con el pensamiento se le van inoculando, como del comportamiento que percibe en los adultos que le rodean. Este proceso va complicándose a medida que la autodeterminación va creciendo, pues con ello la "identificación" va aumentando al igual que los "rechazos". El cúmulo psíquico solidificándose, y cada vez en mayor medida proyectando el espejismo de centricidad, con su correspondiente irresistible sensación de ego-céntrico. Esta proyección en la mente a través del cerebro, se torna "tan real", que la misma realidad, el ahora, queda soterrado, como las raíces de los árboles, o las ondas electromagnéticas, que no las vemos, tomando relevancia entonces, pasando a primer plano, la "sombra" que ahí se ha proyectado desde la memoria. Quedando atrapado en el tiempo y dejando de percibir el Ahora, lo Eterno.
RICO PAR (Octubre 11, 2009)
Vivir Aquí y Ahora

Nick Nolte
(Sócrates), Scott Mechlowicz (Dan Millman), en el film "EL CAMINO DEL GUERRERO" (2006), dirigida por Víctor Salva. Guión: Kevin Bernhardt, sobre la novela autobiográfica de Dan Millman.
Visitar corte de la película en YouTube.

Dan Millman: A veces no me gusto mucho
Sócrates: La gente no es sus pensamientos. La mente es solamente un órgano de reflejos. Reacciona a todo.
Desarrollar la sabiduría para aplicar la palanca indicada, en el lugar correcto, en el momento adecuado.
La basura está aquí, en tu cerebro. Esa es la primera parte de tu entrenamiento… y hasta tu vida. Aprender a sacar todo lo que no necesites. Se practica toda una vida.
Saca la basura. La basura es todo lo que te aleja de lo único que importa. Este momento. Aquí y ahora. Y cuando estás en el aquí y ahora te sorprenderás de todo lo que puedes hacer. Y de lo bien que puedes hacerlo.
Fotos procedentes de fragmento película. Visitar en YouTube.
Extracto de texto procedente del diálogo en el fragmento.
Sinopsis y extensa documentación del film en la Web septimoarte.org.
Mente y Ahora
El Ahora es el estado natural de la Mente. Y la Mente se manifiesta en el Ahora. La Atemporalidad es una de las cualidades de la Mente. Y sin la atemporalidad no pueden nacer el par tiempo-espacio, barro "substancial" que utiliza la Inteligencia fluyente en la Mente para desarrollar y sostener las configuraciones, el flujo creacional siempre incipiente. Es la Mente la que se libera cuando el cerebro deja de estar hipnotizado por sus contenidos almacenados. Es entonces cuando, sintonizado el cerebro con la mente, surge la nítida percepción del Ahora, que es el estado natural de la Mente. Esto debe vivenciarse, no puede comprenderse a través de la emoción o el intelecto. Y mientras el cerebro esté "retroalimentando" sus contenidos, esta proyección de sombras, oscurece la percepción de la Mente, creando un campo centrípeto de "fuerzas" que se inhiben de la totalidad excluyéndola, quedando, sin más remedio, oculto el ahora, dominando entonces el tiempo, el pasado.
Eckhart Tolle:
Ser incapaz de dejar de pensar es una enfermedad terrible, pero no nos damos cuenta de ella porque casi todo el mundo la sufre y se considera algo normal.
" identificación con la mente "
" ruido mental incesante crea un falso yo fabricado por la mente "
En el artículo "Practicando el poder del Ahora" de Eckhart Tolle en el enlace a oshogulaab.com, del que distribuimos en esta página algunas reseñas del mismo, e incitamos al lector lo lea atentamente, le sugerimos a la vez atienda a cierta aclaración que sentimos ha de hacerse. Cuando Eckhart Tolle habla de "la mente" en su texto a nosotros nos sugiere se está refiriendo al "proceso del pensamiento" en el cerebro, y por eso utiliza expresiones como "tu mente", la "no-mente", etc. que inciden de continuo a señalar algo que está "ahí dentro" funcionando, en el interior de uno. Y ¿qué es lo que hay dentro de uno? Sus pensamientos, todo el proceso del pensar, el cúmulo psíquico enquistándose. Aquí participamos de todo cuanto él dice en su artículo, pero atendiendo a esta sutil e importante matización que hacemos en la utilización de la palabra "mente". Ilustremos esto; por ejemplo cuando dice: "estar identificado con la mente es estar atrapado en el tiempo"… sí, cuando la psique se identifica con el contenido del cerebro que es el pasado, deja de fluir y por ello deja de darse cuenta del ahora. Pero debemos tener muy clara la noción de lo que procuramos apuntar cuando utilizamos el término "mente" y no confundirlo con el pensamiento y la actividad intelectual, y todo el flujo emocional adherido, que son el tiempo y la medida que circunscriben a la mente. El cerebro se puede, y de hecho es lo que ahora mayormente hace, identificar con sus contenidos, pero no es posible la identificación del cerebro con la mente, entendida en el sentido que aquí proponemos. Esta es la razón de que debamos tener muy claro cómo se está utilizando el término mente cuando nos referimos a ella.
" identificación con " el proceso del pensamiento, emocional e intelectual.
" ruido mental incesante crea un falso yo fabricado por " el proceso del pensamiento, emocional e intelectual.
Aquí estamos señalando una diferenciación, simplemente subrayamos las dos maneras bien distintas de utilizar la palabra "mente". Y así lo hacemos, ya que incluso aquí caeremos en diferentes momentos en esta ambigüedad, debido a que esta apreciación, que señaló Krishnamurti muy "concienzudamente", significa un descubrimiento humano poco despertado, y todavía la humanidad en su conjunto debe asimilarlo profundamente. Eckhart Tolle en su plática se está de continuo refiriendo a esta "mente total", pero apuntándola por su cualidad fundamental que es el ahora eterno. Este mucho más extenso sentido que abriga entender la mente como "mente total", aquella que acontece a través de la primigenia energía pura y en la que la completa creación está aconteciendo. Y utiliza mente para referirse a la "mente particular" que experimentamos ahora, a causa de la restricción producida por la ilusión del espejismo de centricidad, en la que únicamente discurren los procesos materiales de pensamiento y emoción "circunscritos". Indudablemente, la mente total no está contenida, como sí le ocurre a la mente particular, que se encuentra restringida al movimiento centrípeto y divisivo del ego-céntrico.

Krishnamurti: Si no hay ego, no hay problema, no hay conflicto, no hay tiempo, tiempo en el sentido de “llegar a ser” o “no llegar a ser”; ser o no ser.
David Bohm: Pero podría ser que todavía nos deslizáramos en eso –sea lo que fuere– que nos hizo poner al ego en primer lugar.
K: Espere un momento. ¿Es que la energía –siendo tan vasta, tan ilimitada– ha sido condensada o reducida en la mente, y el cerebro mismo ha quedado reducido porque no pudo abarcar toda esta enorme energía? ¿Entiende lo que estoy diciendo?
DB: Sí.
K: Y, por lo tanto, el cerebro se ha ido reduciendo poco a poco al “mí”, al “yo”.
DB: Eso no lo entiendo del todo. Comprendo que eso es lo que sucedió, pero no alcanzo a ver bien todas las etapas. ¿Dice usted que la energía era enorme y que el cerebro no pudo manejarla, o que decidió que no podía manejarla?
K: No pudo manejarla.
DB: Pero si no puede manejarla, parece como que no hubiera ninguna salida.
K: No, un momento. Vaya despacio. Yo sólo quiero investigar, penetrar un poco en ello. ¿Por qué el cerebro, con todo el pensar, ha creado este sentimiento del “yo”? ¿Por qué?
DB: Necesitábamos cierto sentimiento de identidad para poder funcionar.
K: Sí, para funcionar.
DB: Para saber dónde pertenecemos.
K: Sí. ¿Y es ése el movimiento que ha dado origen al “yo”? ¿El movimiento de lo externo? Yo tenía que identificarme, con la familia, con la casa, el comercio o la profesión ¿Todo eso se convirtió paulatinamente en el “yo”?
…/…
K: La meditación deliberada, practicada, que en realidad es una meditación premeditada. ¿Hay una meditación que no sea premeditada –que no sea el ego tratando de llegar a algo– una meditación que sea capaz de negar?
DB: Antes de que prosigamos, ¿podríamos sugerir lo que la meditación debe ser? ¿Es un observar a la mente que observa?
K: No. La mente ha ido más allá de todo eso. Estoy empleando la palabra meditación, en el sentido de que no existe ahí ni el más mínimo intento consciente de “llegar a ser”, de alcanzar un nivel determinado.
DB: La mente permanece simplemente consigo misma, silenciosa…
K: A eso quiero llegar.
DB: no espera nada.
…/…
K: El otro día estuve escuchando en la televisión un debate sobre Darwin, sus conocimientos, lo que él había logrado, toda su teoría de la evolución. A mi me parece que esto es totalmente inexacto en cuanto a lo psicológico.
DB: Al parecer, él ha proporcionado evidencias de que todas las especies han cambiado en el tiempo. ¿Por qué es eso inexacto?
K: Desde luego, eso es obvio.
DB: Es verdadero en un aspecto, aunque pienso que sería inexacto decir que la mente evolucionó en el tiempo.
K: Por supuesto.
DB: Pero físicamente parece estar claro que ha habido un proceso de evolución, y que éste ha incrementado la capacidad del cerebro para realizar ciertas cosas. Por ejemplo, nosotros no podríamos estar discutiendo esto si el cerebro no hubiera crecido en tamaño.
K: Evidentemente.
DB: Pero creo que usted está dando a entender que la mente no se origina en el cerebro. ¿Es eso? ¿El cerebro es tal vez un instrumento de la mente?
K: Y la mente no es tiempo. Sólo vea lo que eso significa.
DB: La mente no evoluciona con el cerebro.
K: La mente, que no pertenece al tiempo, y el cerebro, que pertenece al tiempo –¿es ése el origen del conflicto?
• Figura: Cubierta del libro "MÁS ALLÁ DEL TIEMPO". Trece diálogos entre J. Krishnamurti y David Bohm. Acontecidos en Inglaterra durante los meses de Abril y Septiembre de 1980.
Título original: The Ending of Time. Thirteen Dialogues between… Traducción de Armando Clavier. Publicado por Edhasa, 1986, Barcelona.
«La mente, que no pertenece al tiempo, y el cerebro, que pertenece al tiempo. ¿Es ése el origen del conflicto?»
Más allá del centro: la mente.
Como todo lo escrito en este amplio compendio de apuntes, aunque hablemos afirmativamente, lo hacemos en sentido de "propuesta", sin determinar norma alguna. Son "perspectivas perceptivas" lo que proponemos, atendidas desde el completo cerebro, lo que involucra al mismo tiempo por un lado la atención a los procesos de pensamiento que se están desplegando en él; por otro

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el darse cuenta de cómo el cerebro y el sentir se ven afectados por ellos; y en suma reuniendo ambos flujos en uno solo: la atención completa a todo lo que al sumergirnos en ello se va revelando. Seguimos con unas declaraciones, con este "intento" de comprender a qué nos referimos con la palabra mente, que se pueden hacer muy extrañas si el lector no las ha meditado nunca, pues trastocan la habitual y aceptada manera de sentirlo, pero esto se hace obvio para todo aquello que ahora siente el ego-céntrico, pues lo único que él conoce es "yo" y "lo mío", y esa estructura de pensamiento, que es cerrada, no puede comprender aquello que no está limitado por nada. "La mano ha de conocer y dirigir la acción, pero el instrumento que ella utiliza no puede tener iniciativa ninguna".
La mente y los humanos
La mente es la totalidad creacional, y el tiempo y el espacio se encuentran contenidos en la mente. Ya que la mente es atemporal y no contenida, cuando el espacio-tiempo, el cerebro y sus pensamientos, están contenidos precisamente en la mente. Interrúmpase el flujo del pensar, que es lo que coacciona a la mente a quedar atrapada en el tiempo, y descubriremos la mente atemporal, que definitivamente es la "vasta e ilimitada energía del ahora". Es la única mente que existe, la mente atemporal. La mente en sí misma es silencio, al mismo tiempo que es creatividad. El flujo creacional se vale del tiempo, para manifestar la creación, pero el deleite de estar haciéndolo, fluyendo en lo creacional, es estar libre del tiempo: la atemporalidad. Es así que cuando discurrimos en el ahora sin tiempo, de cualquier forma única manera de poder discurrir en él, no existe interior o exterior, y tampoco existe uno o los demás. Sin tiempo no hay espacio. Es entonces cuando dejamos de hablar de "mi mente" que es algo que no existe. Todo lo que sea "mi" corresponde al ego-céntrico. El proceso de conciencia, la propiocepción, "el sentido de presencia", y el darse cuenta sin pensamiento, no son flujos que pertenezcan a ningún "poseedor", aunque el hecho de que ocurran en el interior del organismo proporcione esa cierta sensación de posesión, sobre todo cuando hay ahí operando el ego-céntrico, el cual sin dudarlo es el que crea el sentido de centro y de la posesividad. Señalar lo envuelto y lo envolvente es una forma de hablar en determinadas circunstancias, de crear un cierto mapa en la confusión que ahora nos conduce, pero en la atemporalidad no existe ni medida ni frontera alguna, la fuente es la propia totalidad sin ninguna graduación, y esta fuente está brotando de la completa totalidad, o viceversa.

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Y lo hace en el ahora. Esta fuente es la mente, y mientras exista un mínimo ápice de centricidad, es imposible sintonizar con y en ella. La atención en el ahora es el trampolín que nos lanza hacia ella, pero el salto y la inmersión en la "nada creacional", lo ha de hacer uno mismo. Y este "uno mismo" al que nos referimos, que ya crea dos campos de separación al mencionarlo, no es la entidad psicológica que creemos que somos, que es la psique retenida en el pasado, en los recuerdos, sino el uno mismo en el sentido de la propiocepción del organismo, el cual no en vano es un potente "receptor" relativamente independiente de lo que lo envuelve, aunque su realidad es que se encuentra unido a muy diferentes aspectos con la totalidad. La propiocepción física no deja de existir mientras el organismo existe, es el foco interno psicológico la ilusión. Eso a lo que se le llama encontrar la fuente interior, no es más que liberar a la percepción de lo que ahora la retiene como un centro, y vivenciar el flujo de la energía sin espacio ni tiempo ningunos. Pues el foco interior es tiempo y espacio, por lo cual es más exacto decir que en realidad lo que hacemos en el acto de liberación es diluir el foco interior que ahora crea centricidad. Así, lo que llamamos la "liberación de la mente", (que no de "mi mente"), es permitir que ella retorne a su primigenio estado de inocencia pura y creatividad inagotable, estado del cual, como se hace evidente en el planeta Tierra, los humanos carecemos en demasía.
Cortocircuito Percepción-Mente
Resumiéndolo, la mente es atemporal, cualidad que implica lo total, donde no existe centro alguno. Es el centro psicológico lo que nos está confundiendo de continuo. Es él el que cree que hablamos de "su mente", cuando esta mente particular no existe. Todo el sentimiento que se cuece dentro del ego-céntrico proviene de un espejismo, es como un arco iris, no podemos sostenernos en él. La percepción es la que revela la atemporalidad donde no hay ningún centro. Percepción que es contacto directo con el flujo del ahora, que precisamente ahora se encuentra interrumpida en su natural unión con la mente a causa de la retención y por ello división, separación, que crea el ego-céntrico. Así, liberar la mente, significa diluir lo que ahora está produciendo el "cortocircuito" entre la percepción y la mente. Y esa disolución no puede venir más que por la comprensión de cómo este completo "mecanismo" del espejismo de centricidad está tomando control del cerebro, del sentir, y en definitiva del "ser" plural y sin centro alguno que en realidad somos los seres humanos.
RICO PAR (11-12/10/09)
EL AHORA. LO ETERNO. (Parte II)
Aprendiendo para despertar la conciencia
El cerebro no puede atisbar la eternidad, pero sí podemos a través de la mente, más allá del tiempo y del espacio, del pensamiento que son registros, tener una muy sutil intuición de cómo la "eternidad moviéndose",

El mundo no existe sin memoria
Documental REDES, por
Eduard Punset

¿Podemos en realidad estudiar el cerebro, siendo éste la misma herramienta utilizada para estudiarlo?
"exhala" una infinidad de vibraciones que crean un campo infinito de movimientos, cada uno de ellos produciendo la polaridad que le es propia a todo movimiento. Cada uno de ellos formado por las cualidades tiempo-espacio, interior-exterior, micro-macro, y todos ellos interrelacionados en ambos, lo envuelto y lo envolvente. Así, para disponer de cierta orientación en este descomunal acontecimiento, la eternidad manifestándose como movimiento, podemos visualizar un eterno océano de vibraciones que al concentrarse cada una de ellas en un movimiento interno, a su vez van separándose unas de las otras, pero continúan conectadas pues no pueden eximirse de las relaciones que entre ellas subyace a cualquier nivel y dimensión en el flujo creacional que es el estado del ahora. Cada vibración creando una distancia con las otras al tiempo que se concentra en sí misma "simula" ser independiente, mas ninguna de ellas lo es pues se encuentran en interdependencia de la totalidad que las comprende a todas. En la medida que estas vibraciones vayan "aprendiendo comportamientos" iniciarán y potenciarán las relaciones entre ellas, que paulatinamente irán forjando desde la sencillez más pura, la eternidad, la asombrosa complejidad en la que se encuentra la creación en el ahora. Hemos de observar aquí, que la creación tiene oportunidad de observarse a sí misma y despertar "una conciencia" de lo que está haciendo, precisamente a partir del momento en que ha aprendido a hacer algo de muy alta complejidad, el cerebro humano. Ha tenido que aprender mucho para llegar a darse cuenta de lo que está haciendo. Ha precisado muy alta complejidad para despertar la consciencia.
La interrelacionalidad fragmentada por el cerebro
La interrelación envuelto-envolvente es una constante en cualquier nivel y dimensión en el que la creación se va configurando, y nada en absoluto de todo lo que en la creación fluye puede eximirse de estar relacionado, pues aún el espacio-tiempo que aparenta separar las cosas, aunque también las une, este continuo interrelacionado proviene en su base de esa incognoscible eternidad que es solo una. Es en este punto en donde descubrimos que la interrelación es otra cualidad que brota del acto creativo en el ahora. De hecho, al arrojar el movimiento lo polar, ya ha nacido la interrelación. Es de la falta de comprensión de este continuo

Búsqueda Imágenes Alex Grey
de interrelación que es la creación completa, que surgen los problemas que el cerebro humano, que los seres humanos padecemos. Ahora no somos conscientes de la interrelacionalidad que subyace en todas las cosas y seres. Una interrelacionalidad indivisa, pues toda ella proviene de la misma y única fuente, lo eterno. Obsérvese aquí, que somos precisamente y únicamente los humanos los que producimos desorden: miedo y sufrimiento; a causa de no comprender la interrelacionalidad envuelta en la totalidad. Es a causa de esta ignorancia por la que nos devaneamos en el falaz esfuerzo por ser únicos y exclusivos, por trascender a la muerte. Sin embargo con ello lo único que hacemos es vivir inconscientes en un iluso sueño muy alejados de la significación creacional que se manifiesta en el Ahora.
Creación: forma, significado.
Es cierto que sin memoria no puede existir creación, pues crear, que implica ordenar, organizar, interrelacionar, cohesionar, entre otras muchas asombrosas "funciones", precisa de registros del movimiento, pues de lo contrario nada se sostendría, y el movimiento sólo sería caos, por lo cual seguramente no tendría sentido que existiera el movimiento sólo para ser algo incoherente. No habría aquí nadie hablando de todo esto. Así, de esta capacidad de registro en la creación, que avanzando en ella se va convirtiendo en la complejidad que supone y significa, tomando como ejemplo un ser humano, vemos que tanto en su forma envuelta como en la envolvente, ya que ambas son precisas e inseparables, existe una constante, tanto en el mundo que llamamos físico como en el denominado biológico, igualmente interdependientes e indivisibles, que apunta a que todo lo formado implica un comportamiento, que es un movimiento, el cual está sujeto precisamente a ciertos registros que permiten la pauta o patrón que requiere cualquier comportamiento. Es de estas pautas o patrones que la creación puede organizar el "caos" creando forma, significado.
El comportamiento es lo aprendido
Aquí entendemos el comportamiento como una manera de moverse pero también como una forma de hacer las cosas, y es fácil darse cuenta de que todo, tanto lo que denominamos inerte como lo vivo, tiende a interrelacionarse en base a su comportamiento, el cual subyace de registros que lo permiten. Cualquier cosa que tomemos como ejemplo nos arrojará un comportamiento interno y externo, que no están separados, pues son únicamente dos formas de poner de manifiesto la interrelación de esa cosa con lo envuelto y lo envolvente. Envuelto-envolvente que a su vez es la misma cosa. Por ejemplo, una estrella contiene una enormidad de partículas cociéndose atómicamente, pero también podemos decir que una enormidad de partículas se reúnen entre sí para contener en ellas una vez unidas en su acción a una estrella. Ambas direcciones en el comportamiento de lo que significa una estrella son válidas. Al mismo tiempo, la estrella sin la galaxia no es posible,
Eckhart Tolle
«La identificación con la mente produce una pantalla opaca de conceptos, etiquetas, imágenes, palabras, juicios y definiciones que bloquean toda verdadera relación. Esa pantalla se interpone entre tú y tú mismo, entre tú y tu prójimo, entre tú y la naturaleza, entre tú y Dios; crea la ilusión de separación, la ilusión de que tú y el «otro» estáis totalmente separados. Entonces te olvidas del hecho esencial de que, debajo del nivel de las apariencias físicas y de las formas separadas, eres uno con todo lo que es.»
Del epígrafe "Ser e Iluminación", del artículo "Practicando el poder del Ahora".
y la galaxia sin estrellas tampoco. Expresado de otra manera, el organismo humano precisa del completo universo y de todo lo que éste ha aprendido para encontrarse formado en este momento dado de su ciclo tal como uno puede percibirlo ahora.
El cúmulo psíquico resistiendo el flujo
Del extraordinario y genial despliegue de interrelación del movimiento que significa el inadjetivable flujo creacional, surge el cerebro humano, y con él, (igualmente en el resto del mundo animal aunque en menor grado, y menor aún en lo provisionalmente llamado inerte), acontece la psique, la cual es el sentir de lo envuelto y lo envolvente en el flujo del ahora. Parece hacerse obvio que si el ahora es un continuo flujo de cambio, lo que el movimiento es en esencia, cambio, esta psique deba encontrarse fluyendo a la par y de forma unísona con este flujo de cambio. Se muestra evidente que la psique deba encontrarse en la cresta del movimiento, que es el instante vivo del ahora, fluyendo en y con él. Manifestando entonces a través de la consciencia el significado en estado de flujo acerca de la creación que se revela en la mente. Un conglomerado de espacio-tiempo, materia, muy denso, el universo, el cuerpo, el cerebro, para conseguir la sintonía con un significado, que es un "sentido" del propio acto creacional que está aconteciendo en el ahora. Sin embargo, en el ser humano, ocurre una acción que no podemos encontrar en ninguna otra cosa viva o inerte en la creación, esta acción, que es más bien una ilusa pretensión, una resistencia, es el movimiento egocéntrico, el cúmulo psíquico, en el que todo su empeño se encuentra en ser "determinado". Un conglomerado psíquico que distorsiona la sintonía con el flujo creacional "vivo".
La psique enquistada
Cualquier ser humano que preste atención puede descubrir con extrema facilidad el ego-céntrico que ha heredado y va "construyendo" a lo largo de la vida. Este ego, que es lo que uno mismo cree que es en lo psicológico, aunque su acción es pretender de forma obstinada ser algo fijo, y en cierta forma lo es puesto que es registro, pasado, recuerdo, no deja de encontrarse sujeto al movimiento, pues la completa creación
Eckhart Tolle
Para el ego, el momento presente apenas existe. Sólo considera importantes el pasado y el futuro. Esta inversión total de la verdad explica por qué, en la modalidad ego, la mente es tan disfuncional. Siempre está tratando de mantener el pasado vivo, porque ¿quién serías sin él? Y se proyecta constantemente hacia el futuro para asegurarse la supervivencia y buscar en él una sensación de liberación o satisfacción. Dice: «Algún día, cuando haya ocurrido esto, lo otro o lo de más allá, estaré bien, en paz, seré feliz.»
Del epígrafe "Iluminación: Elevarse por encima del pensamiento", del artículo "Practicando el poder del Ahora".
es en esencia movimiento, y se puede ver como aún su resistencia a hacerlo, su resistencia a encontrarse en estado de flujo, de una forma u otra aun su empeño él va cambiando. Y como él siente que es determinado, fijo, sin cambio alguno, más que lo que él mismo va acumulando, y sólo ve en los registros aun las turbulencias que implica constituir un cúmulo psíquico, este movimiento de ocultación del flujo vivo amagado tras el propio ego-céntrico, le produce dolor y sufrimiento. Como él lo siente sólo cambia el cuerpo físico y cree que la psique puede mantenerse estática. Esta terrible contradicción, ser en esencia flujo, pero sentirse algo que está quieto, proviene del espejismo de centricidad que el propio cúmulo psíquico proyecta en forma de sensación y sentimiento de ego, de yo. Este movimiento concéntrico y centrípeto en sí mismo es ignorancia, pues como es obvio excluye un campo muchísimo más grande de percepción. Y esta ignorancia en el interior de un organismo creacional altamente complejo, el cerebro humano, preparado para "comprender profundamente" lo que la creación se encuentra haciendo, se convierte en él en turbulenta confusión y sufrimiento, pues no se encuentra haciendo aquello para lo que en realidad está siendo hecho en el ahora: flujo creacional y mente sintonizados sin división ninguna.
El espejismo ego-céntrico
EL "yo" es eso, una ristra de recuerdos, registros, de lo que la psique siente en el flujo vivo, pero es un movimiento acumulativo. La psique, a través de la memoria, retiene impactos del flujo del ahora, dejando así de fluir en él. No pasa a través de ellos, y los arrastra consigo de continuo e incrementándolos. Como estos
Eckhart Tolle:
Cuanto más te identificas con el pensamiento, con lo que te gusta o disgusta, con tus juicios e interpretaciones, es decir, cuanto menos presente estás como conciencia observante, más fuerte es la carga de energía emocional, seas consciente de ella o no. Si no puedes sentir tus emociones, si estás desconectado de ellas, acabarás sintiéndolas a un nivel puramente físico, como un problema o síntoma físico.
Del epígrafe "Emoción: la reacción del cuerpo a la mente", del artículo "Practicando el poder del Ahora".
registros están operando continuamente y a ellos se les van sumando de nuevos, la vivencia de la psique se va registrando traducida por el propio cúmulo psíquico, que es esa amalgama de recuerdos sostenidos, aumentando su fijación en él mismo. Resistiendo así el hecho vivo del morir, que es dejar que lo sucedido se diluya. Esa carga inútil genera sufrimiento, pues resistir es el dolor del esfuerzo vano. Es por esto que el movimiento del ego lo es de sufrimiento al mismo tiempo, puesto que es un flujo que se encuentra luchando contra el hecho de que todo es flujo, resistiéndose él mismo a serlo. El contenido de este movimiento del ego es ilusorio, no es algo vivo, y es evidente, puesto que el ego, no es más que un cúmulo de registros, de incompletos acontecimientos muertos. Y los registros siempre procuran acercarse a ser algo inerte. Pero lo que ellos proyectan no es una realidad viva en el cerebro, aunque éste las tome como reales. El ego-céntrico es una ilusión, un espejismo, mas las turbulencias que el cerebro a través de la "psique estática" vive a causa de esta fijación, son reales en cuanto a la confusión, ignorancia y sufrimiento que el movimiento ego-céntrico significa y pone de relieve.
Sufriendo por irracionalidad
Todo esto puede parecer un paseo imaginativo si no conectamos nuestra intuición a nuestra percepción yendo más allá de las palabras. En estos textos utilizamos algunas insistentemente, pero lo importante es percibir y comprender lo que ellas apuntan. Aquí estamos procurando tocar hechos vivos que se pueden sentir, aunque
Eckhart Tolle:
Si no deseas crear más dolor para ti mismo ni para los demás, si no quieres añadir más dolor al residuo del pasado que aún vive en ti, no crees más tiempo, o crea el imprescindible para gestionar los aspectos prácticos de la vida. ¿Cómo dejar de crear tiempo?
Date cuenta inequivocamente de que el momento presente es lo único que tienes. Haz del ahora el centro fundamental de tu vida. Si antes vivías en el tiempo y hacías breves visitas al ahora, establece tu residencia habitual en el ahora y haz breves visitas al pasado y al futuro cuando tengas que resolver los asuntos prácticos de tu vida.
Del epígrafe "El origen del miedo ", del artículo "Practicando el poder del Ahora".
pensarlos obligue a moverse en lo polar, y debamos utilizar palabras, de lo que puede fácilmente desprenderse ilusión si no se está atento al Ahora. El hecho carece de polaridad. Para percibir el espejismo de centricidad hemos de tener una captación de la inmensidad, de lo ilimitado. No sólo tenemos que comprender las relaciones existentes entre la completa creación, que somos todo y todos, sino que hemos de ver claramente el detalle, y como ambas cosas, la totalidad y el detalle, se contienen en su interrelación infraccionable. Pero para captar esta fascinante inclusión de la totalidad y el detalle, hemos de zambullirnos primero muy profundamente en el interior, y desmantelar la fijación, el cúmulo psíquico, del que se proyecta el espejismo de centricidad. Entonces es más sencillo comprender la contradicción, la falacia, implícita en tal espeluznante ilusión. Esta evidente paradoja en la que los seres humanos vivimos, el cultivo del "yo mismo", del ego-céntrico, que implica la mayor parte de calamidades que nos acucian, no es ni una idea ni una teoría, es algo palpable, detectable de forma directa, es un hecho, a pesar de que el contenido de tal hecho sea falso en cuanto a que es una mera sombra. Es precisamente de prestar atención a la inmensidad de la creación, su complejidad e inteligencia, que debe poner de manifiesto a todos los niveles la soberana irracionalidad en la que nos encontramos cultivando un flujo puramente ilusorio del que se nutren la distorsión y el sufrimiento.
Ocultando la creación con una sombra
A todas luces, mírese desde la perspectiva que se mire, es descabellado creer que de tal suprema, inadjetivable creación que somos el completo flujo vivo, la inmensidad borboteante, su sentido sea el sufrir guerreando en cualquiera de las muchas formas en que ahora lo hacemos. Pues si el sentido de tan descomunal trabajo y creatividad, la creación, es este lacerante padecer que los humanos hemos fabricado, esta creación "se ha equivocado" por algún lado, y entonces deberíamos poner en duda su inteligencia. Pero es más fácil y accesible darse cuenta de que los que ahora no accedemos a la inteligencia creacional, somos precisamente nosotros, los seres humanos. Y esto ocurre porque nos empeñamos en no aprender y darnos cuenta de que nos hemos de deshacer del espejismo de centricidad que venimos heredando desde que "bajamos de los árboles", que no sólo nos acucia y crea todas nuestras desgracias, sino que aún regodeándonos en la ignorancia que significa lo cultivamos y ponemos el completo énfasis de la vida y de la creación en él. La irracional soberbia de pretender que una mera sombra sin significado real se convierta en la cosa más importante de la creación.
RICO PAR (10/09/08. Revisiones: 19-20/05/09)
La nueva conciencia
Plática pública ofrecida por Eckhart Tolle de imprescindible visualización y escucha desde la atención, repartida en once vídeos YouTube
Lo sentimos, al realizar una revisión final de esta página descubrimos que estos vídeos han sido retirados de YouTube, proporcionamos la dirección del primero, y unas búsquedas para que el lector pueda localizar textos y pláticas de Eckhart Tolle. (17/1/2010). Eckhart Tolle - La Nueva Conciencia 1 de 11
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