El Mirlo
LA PERSONA
Artículo 3 de 11
RACIONAL – IRRACIONAL
No nos extrañamos del desorden interno y social en el que vivimos, y lo solapamos con el orden que hemos inventado, el cual, por regla general, proviene meramente de lo físico.
Racional, relativo a la razón.
Razón, Inteligencia,, mente, facultad de pensar. Argumento que tiende a justificar o a probar una cosa.
Inteligencia, Facultad de entender. Acuerdo, entente.
Pensar, formar y ordenar en la conciencia ideas y conceptos. Meditar, reflexionar.
Conciencia, conocimiento que el espíritu humano tiene de su propia conciencia, de sus estados, de sus actos y de las cosas. Integridad moral.
Reflexionar, centrar el pensamiento en algo, considerar con atención.
Centrar, colocar una cosa de manera que su centro coincida con el de otra o de forma que quede en el sitio adecuado. Dirigir o hacer que se dirijan una o varias acciones hacia un punto, lugar u objetivo determinados.
Concentración, acción y efecto de concentrar.
Atención, acción y efecto de atender.
Atender, aplicar el entendimiento para la comprensión de algo que está ocurriendo o que se está diciendo. Mirar por alguna persona o cosa, cuidar de ella. Tener en cuenta o consideración. Aguardar, esperar.
Irracional, que carece de razón. Opuesto a la razón o que va fuera de ella.
Acepciones procedentes de "Diccionario PLANETA de la lengua española USUAL"
© Editorial Planeta, S.A., 1982.
Hay dos maneras de leer estas acepciones:
La primera y más elemental es entenderlas intelectualmente. Esto es sencillo; conociendo las definiciones podemos fácilmente retenerlas en el cerebro y por un proceso de lógica ordenarlas en nuestra memoria de forma que podamos recuperarlas atendiendo a lo que de cada una de ellas por convenio hemos acordado significan.
La segunda es prestar atención a cómo la psique las está sintiendo, que es un acto más profundo que la mera comprensión intelectual. Es un acto de atención en el que el cerebro además de darse cuenta cómo está entendiendo intelectualmente, al mismo tiempo se está dando cuenta cómo siente ese conocimiento que está pensando y la percepción de los hechos que ese conocimiento apunta. En definitiva, es un acto de conciencia, pues a través de la atención el cerebro se da cuenta de todo el movimiento interno a medida que acontece: pensamiento-sentimiento conjuntamente con la percepción de la verdad que ahí discurre.
Es así que se hace evidente que para que el cerebro se dé cuenta de éste movimiento conjunto, la lectura deba hacerse lentamente, percibiendo cómo por un lado se dispara la memoria trayendo al acto vivo el recuerdo que uno tiene de las definiciones, y por otro, el percibir el "auténtico" significado que emerge como algo nuevo en el ahora. Se hace obvio que el cerebro deba estar "atento" para tener acceso a percibir ambos aspectos bien diferenciados.
RICO PAR (24/6/2009)
Imagen: Enlace a una reflexión acerca del término
IRRACIONAL por Mariano Arnal (Visitar Artículo)
«Los animales han de cargar con el peso de su irracionalidad, que no es poco, a cuenta nuestra; pero nosotros hemos de soportar nuestra racionalidad, que tampoco es tan ligera de llevar.»
El Ser Humano:
devaneándose entre lo racional y lo irracional.
Aburrimiento y entretenimiento
El conocimiento casi nos desborda. Tenemos inmensas bibliotecas acerca de la ciencia y el pensar humano. Más recientemente, con INTERNET; cualquiera tiene acceso a una muy buena parte de ese conocimiento. Con él hemos llegado a la Luna, trasplantamos órganos en nuestro cuerpo como si del coche en el mecánico se tratara, y en principio podemos hacer la vida más confortable. Pero no hemos de olvidar que también con ellos, con la ciencia y el conocimiento, tenemos para destruir la Tierra unas cuantas veces. Los informativos nada más hablan de pugna entre políticos, de crisis de diferentes índoles, de opresión, asesinato personal o matanza bélica, etc. etc. Sin embargo todos esos desórdenes pueden quedar fácilmente ocultos por nuestras preferencias placenteras acerca de nuestras "aficiones", las cuales tenemos para "entretenernos". Y ¿de qué hemos de entretenernos? Obviamente, el fin del entretenimiento es no encarar el auténtico problema que ahora nos acucia, que ahora nos "aburre" encararlo. Éste es que presumimos de racionalidad, cuando mayormente lo que en conjunto manifestamos, aunque en muchas ocasiones con "pompa y jabón", con súper remilgada educación civilizada, es una lacerante irracionalidad que queda abrumadoramente solapada, por la ilusión de la tradición, la creencia, y en síntesis, por la proyección egolátrica que el espejismo de centricidad genera. ¿Dónde se encuentra lo racional en una mente que se sostiene en lo irracional?
RICO PAR (24/6/2009)

La Transitoriedad
Racional: El pleno flujo creacional, la vida en su totalidad, es una onda que recorre el completo ciclo de formación-nacimiento, culminación y muerte-disolución. Creación-Culminación-Destrucción.
Irracional: El ego-céntrico lucha, se esfuerza perturbado por ser, poseer, permanecer. Desatendiendo la racionalidad del cambio y la transitoriedad, cualidades implícitas y explícitas en la completa creación.
Esta negligencia de lo racional le hace al ser humano vivir sufriendo, lo cual impide el discernimiento y la comunión con la totalidad.
Confusión e ilusión
Racional: Si se percibe el hecho de que ahora el vivir es confusión y sufrimiento, la razón obliga a cuestionar lo que el movimiento del ego-céntrico es, ya que es de él que surge tal distorsión.
Irracional: ¿Por qué cuestionar este movimiento interior en mi cerebro, el ego-céntrico que siento que soy, cuando nadie lo hace? El sentido son el placer y la seguridad, el triunfo, e intentar tener disfrazado el sufrimiento para verlo lo menos posible.
Obviamente, la ocultación de un reto racional, descubrir qué cosa es el ego-céntrico, debe lograrse con una proyección, una idealización, que son el mismo placer y seguridad generados. Pero ellos sólo son ilusión, proyecciones desde el campo de las ideas. Tomar como la verdad lo ilusorio es un acto irracional.
Ego-céntrico y fragmentación
Racional: Bien, nadie, o muy pocos, precisan esa concordancia con la verdad, ya que se hace patente su omisión. Mas como en uno bulle la inquietante necesidad psicofisiológica y cósmica, creacional, de sentirse uno concordante, en unisonidad con ella, con la verdad, con la creación, vamos a cuestionar el ego-céntrico que ahora es el movimiento que nos separa de todo.
Irracional: No, no. Precisamente no se lo plantea nadie, porque esto es así, cada cual tiene su verdad, y el mundo, antes de poder cambiar, se autodestruirá. A fin de cuentas es la misma creación que nos ha hecho así, nada buenos y egoístas. Los seres humanos no nos entenderemos jamás, porque nuestro sentido de ser es el ego-céntrico. Lo que yo soy es lo más importante.
¿Puede uno mismo excluirse de lo total, el entorno, lo social, lo cósmico, la creación, sin verse de alguna manera afectado por ese encierro en sí mismo, que a la vez en igual medida manifiesta exclusión? ¿No debe generar sufrimiento esta separación, la fragmentación que significa el ego-céntrico?
El cúmulo psíquico
Racional: Pero a fin de cuentas ¿qué cosa es eso que llamo "yo"? Una ristra de acontecimientos grabados en el cerebro. Cicatrices dolorosas o placenteras en la memoria. A eso le sumo mi concepción relacional de lo que llamo familia, grupo, partido, nación, y lo incremento con todo el conocimiento físico que he acumulado. A todo ese compendio de conocimiento reunido en un cúmulo lo defino como lo que "yo soy". Tengo una imagen propia en cuanto a mí mismo, en cuanto a lo social y en cuanto a lo cósmico. Así, esta imagen me impide sentir de forma directa la vida, pues lo que hago de continuo es traducir el flujo creacional a través de la concepción ideológica, que precisamente es algo que no está fluyendo.
Irracional: Está claro que sin mis recuerdos de todo lo que me ha pasado yo no soy alguien. Tengo mi familia, mis amigos. Mis títulos y mi trabajo. Y tengo mi creencia en cuanto al sentido de la creación. Yo y lo mío es la misma cosa. Soy reconocido en la sociedad por todo ese compendio de cosas que represento, a las cuales me aferro porque no hay otra cosa. Es así como "Dios" nos ha hecho, por eso es como lo hacemos en el interior y socialmente. Es así la vida, luchar por el interés propio, y cuanto mayor sea el escalafón conseguido, mayor también la satisfacción propia y de los míos. El sentido de la vida es conseguir la felicidad a costa de lo que sea. Ya que nunca comprenderemos lo incomprensible, al menos sacar para uno mismo el mayor placer, provecho y beneficio de la vida.
Dibujo collage "El Hablador", PAR 1992
¿Pueden lo racional y lo irracional confrontarse mutuamente?
¿O únicamente lo racional puede confrontar lo irracional?
En la creación no existe centro alguno, y nada de lo que en ella discurre se alardea o presume de ser un centro. Hay una excepción a este continuo de carencia de centro en la completa creación, la psique humana, nuestra psique, que siente ser un centro. A través de percibir exclusivamente el registro, la psique humana proyecta la micro o macro-idea del "yo", y la siente y experimenta como algo real. Todo el sentir y el pensar del ser transcurre a través de esa proyección. La siente tan auténtica como las estrellas o los pájaros, cuando sólo es una ilusión, semblante a la emulsión de un celuloide trasladado a una gran superficie blanca por medio de proyectarlo a través de la luz. Es el espejismo de centricidad: un cúmulo psíquico forzándose a la pretensión de ser fijo, estático, tomándose a sí mismo como real, un centro desde el que se excluye la verdad.
La ilusión céntrica
Racional: La razón es limitada, pues se sostiene sobre el conocimiento y el intelecto, que ambos por sí solos son limitados. La totalidad es la creación, en la que no puede encontrarse limitación alguna. ¿No es dios una invención para tranquilizar la razón que es incapaz de comprender la totalidad, la creación? Pues si Dios es la inteligencia total, nada más podemos decir de ÉL. Y lo único que podemos hacer es averiguar qué nos impide fluir en la inteligencia de la totalidad, la cual ningún ser humano podemos negar. De la misma forma que cualquier ser humano podemos afirmar que vivimos en la división y el conflicto, en la lucha y el devenir, y cualquier cosa que veamos desde ahí, es obvio que estará contaminada por lo irracional.
Irracional: Es porque esta creación es inmensurable que se hace obvio que existe un dios que la ha creado. Y es porque hay un dios que él nos ha creado a los seres humanos, para que lo adoremos por su grandeza y nos sintamos humildes y temerosos frente a tanta magnificencia. Y nos hemos de sentir orgullosos, pues somos los únicos animales que podemos tener constancia de su existencia, gracias a la razón y a la fe. Él nos ha creado para que pongamos todo lo demás en la creación a nuestro servicio y lo utilicemos para nuestro beneficio exclusivo. Él sabe que con el tiempo aprenderemos y conseguiremos que los problemas que tenemos, que él nos pone para que luchemos por mejorar, los solucionaremos organizando una sociedad en la que todos estaremos realizados y dejaremos de sufrir. Pero si no tenemos fe no lo podremos conseguir jamás.
Todo pensamiento ocurre en el interior del cerebro y su conexión con lo envolvente es parcial. Todo sentir fluye en el interior del completo organismo interrelacionado con el completo envolvente, más allá de existir conciencia de ello. Todo pensamiento es heredado: desde los genes (herencia biológica), desde el entorno (creencia, tradición y sapiencia), desde la proyección propia (invención y conclusión). El sentir es consustancial al acto vivo, es un flujo en el ahora. La psique precisa percibir su completa conexión con lo creacional, el flujo vivo del ahora, pues la psique es el resultado del acto creacional. Pero hacerlo implica discernir, que es un acto que va mucho más allá del intelecto-pensamiento, del cúmulo psíquico ego-céntrico, que ahora se resiste a fluir. Puesto que el discernimiento es flujo y sólo se puede sentir y descubrir en el ahora, y el intelecto-pensamiento únicamente trabaja con registros cuya función es simular lo fijo. Podemos hipnotizar al cerebro con la idea-sentimiento de la fe, y forzar al sentir a experimentar grandes emociones con la idea de dios, pero eso continuará dejando de ser el flujo vivo, eso no es la psique vibrando en la verdad. Sólo una mente céntrica puede postular un creador, que implica centrismo. Sólo un centro ve centros en todas partes. Únicamente el discernimiento puede liberar al cerebro y a la mente de que lo registrado no intervenga cuando no se lo precisa, pues es lo registrado lo que se convierte en la ilusión de centro.
RICO PAR (11/10/2008)


:
"Irracionalidad versus Racionalidad"
por CollisionDream16
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PD: el pacificador desenfrenado representa la maldad del ser humano y los hijos de Sión la bondad intrínseca, por tanto al juntarse los 2 conforman la irracionalidad desbordante.

Interrogantes RICO PAR ¿Son algo polar lo racional y lo irracional? ¿Dos movimientos complementarios que pueden existir en el mismo instante? ¿O uno es la carencia del otro? ¿No son ambos una cuestión de "ración", de medida, de juicio, de razón? ¿El hecho, "lo que es", puede tener la cualidad de ser racional o irracional? ¿Es la naturaleza irracional? ¿Existe el juicio en la atención?
Más allá del ego-céntrico: la Creacionalidad
Racional: Uno surge en el mundo al igual que las plantas brotan de la tierra, y de la misma forma en que toda la vida animal surge desde la base del agua. Se forma, nace, culmina, y por fin se diluye. La vida se comporta como las olas en un océano. La completa vida ocurre en el agua, y sin agua no hay vida. Agua, envuelta y envolvente. En este infinito campo de la vida hay una herencia biológica y otra psicológica. Son algo conjunto, unísono, pero por conveniencia para hablar de ello lo separamos en ambas. Lo biológico lo podemos manipular hasta cierto punto, pero en la base, la profunda energía que mueve lo vivo no podemos controlarla. No nos toca más remedio que dejarla fluir por si sola, pues lo único que conseguiremos hacer con ella si pretendemos hacer algo es destruirla. Hemos de recordar aquí que sanar físicamente, aunque también mentalmente, significa retornar a ese orden e inteligencia natural que fluye fuera de nuestro alcance, que por sí solo hace las cosas, al mismo tiempo que nos hace a nosotros los humanos. La herencia psicológica, algo que se ha considerado poco desde una perspectiva verdaderamente lúcida, ¡científico-matemático-sensitiva!, aparenta proceder en forma directa desde la misma fuente que el flujo natural nace, pero es una herencia muy, muy indirecta a él. Una sombra forma parte del flujo natural, pero ella tiene poco significado substancial, y como función sólo puede servir para protegernos de la luz solar. ¿De qué nos protege la sombra que denominamos el espejismo de centricidad?
Irracional: Yo no he pedido venir a esta vida. Si miro las estrellas algo me parece que sí debe estar todo unido. Lo veo con el agua, ella une todas las cosas. Es verdad que la biosfera es una. Pero todo eso es en lo físico, en lo psicológico somos almas, y porque cada alma somos diferentes estamos separadas. Heredamos una cultura, una manera de hacer las cosas, y no podemos eximirnos de ello. Si lo queremos cambiar hace falta mucho tiempo. ¿Qué haríamos sin tradición y jerarquía? Los que organizan el mundo saben mucho, hemos de confiar en ellos. Así, yo tengo mi escalafón en la sociedad, pertenezco a un estrato social, y esto no puede ser de otra manera. Tengo a mi familia, a mis amigos. Mi grupo social. Nuestro orden proviene de los grandes que organizan y lo pequeños que somos organizados. Siempre ha sido así. No podrá cambiar nunca, porque es como la naturaleza lo hace. En la vida hay que tener motivos, metas, saber de mañana. Cuanto más consiga uno de aquello que lo hace feliz, que le proporciona placer y seguridad, será más reconocido y venerado. Alcanzará más éxito. Éste es el verdadero sentido de la vida, ¡ser alguien!, tener poder a través de las posesiones y del encauzamiento de los otros. Cuanto más eres más te "aprecian", y te veneran. Lo único que sobra, es que está la vejez y la muerte, que hay que reconocer son una mala pasada. Por eso llevamos flores a los lugares que elegimos para enterrar a los muertos. Así siempre los recordamos y no dejamos que se mueran del todo. Todos hemos de pasar por la muerte, pero hay que dejarla para el final. Mientras tanto, hay que pasárselo lo mejor posible, y éste es el auténtico sentido de la vida. ¿Qué hay de malo en ello?
La vida, la creación, es una. No dos, o tres, o cuatro, o más. El niño mira a su alrededor y queda fascinado por tan exuberante multiplicidad y complejidad, aunque no la pueda explicar fluye al unísono con ella. Él es ese mismo flujo y siente la inocencia y la paz, en su mente y corazón aunque no sea consciente de ello. Él no sabe del miedo en su interior. Anímicamente lo comienza a cultivar cuando los adultos se lo inoculan. Desde ese momento dejará de sentir y experimentar la alegría del vivir, el gozo creacional, comenzando a formarse el programa ego-céntrico. Entonces llega a la adolescencia, cuando empieza a sentirse responsable de sí, pero llega maltrecho y dolorido, entonces pierde el sentido de lo que la responsabilidad es, y en la mayoría de casos se conforma con el conformismo. La humanidad nos encontramos en un estado similar al de un adolescente mal criado. Total desconocimiento propio, nuestro lugar en el universo, y atrapados en luchas internas y colectivas, desconociendo la auténtica relación. Humanidad atrapada en una contienda sin sentido consigo misma, fluyendo contra corriente de lo natural. Quizá triunfe la tecnología, pero si ocurre, será para encerrar la vida en artificiales cubículos, y eso mientras dispongamos de energía para mantenerlos. Nuestro problema es muy complejo, pero a la vez extremadamente crítico, lo que obliga a prestar total atención, para poder hacerlo sencillo. Desde la sencillez comprenderemos, pues lo "enrevesado" que es en lo que ahora nos encontramos, no nos permitirá ver nada. Desde la ofuscación no se puede comprender, y para acceder a entender la mente precisa estar tranquila, recuperar la inocencia perdida, o descubrir qué hay que dejar de hacer para que ella pueda fluir con naturalidad. Esto implica unos ojos nuevos, tanto los del rostro como los internos del cerebro. Un nuevo sentir. Cualquier ser humano concordará que precisamos de amor, entonces todo el problema se reduce a dos. El primero averiguar qué es eso que así llamamos, amor, pues aún no lo hemos descubierto. El segundo poner de relieve qué es lo que ahora lo impide. Así, de la misma forma, cualquier ser humano concordará que el factor primordial que no permite advenir a esa extraordinaria cualidad, que todos imaginamos, pero que no vibramos en ella, aún cuando intuimos que ahí está, es precisamente el "estado egoísta" en el que nos encontramos el que lo impide. ¿Y qué mecanismo es el que genera este egoísmo que nos hace guerrear, luchar, explotar? Obviamente, el espejismo de centricidad, algo que es real en cuanto a que está ocurriendo, como las sombras, ellas suceden cuando el recorrido de la luz queda interceptado por los objetos, pero nadie en su sano juicio basaría la vida en ellas, pues tienen poca realidad, aún cuando como sombras son reales. El ego es la sombra de lo muerto, de lo que no volverá a ocurrir jamás. Aunque en su autoengaño se tome como real y juegue a derivar placer y autosatisfacción de sí mismo, en verdad es una mera y limitada proyección. Fango que se escurre por las manos. Y la "cura" para este mal, incrustado en el cerebro por su cultivo durante innumerables generaciones, no vendrá por el conocimiento tecnológico, por ningún milagroso fármaco, ni por alteración genética alguna. Es uno mismo, cada ser humano, en un acto de responsabilidad madura, que hemos de sondear en uno mismo y en las relaciones para poner de relieve la ilusión, pudiéndola ver así de forma completa, y de ello comprender su mecanismo. Es desde ahí, desde esa comprensión, que la vida se convierte en algo participativo de forma espontánea. Éste es el único "trabajo" que puede conseguir que el espejismo de centricidad se diluya y deje de operar. Desde un cerebro libre de sombra fluirá el auténtico ser, y éste, está al unísono brotando del flujo creacional.
Foto graffiti urbano: "La Tierra", autor ¿?
Parque de las Aguas, Barcelona. 30 de Enero del 2005
RICO PAR (3/11/2008)

REDES 2.0 - La intuición no es irracional. (Vídeos YouTube)
Aceptar la incertidumbre que nos rodea puede ayudar a escoger el mejor camino.
Vídeo Programa REDES a cargo de Eduard Punset

Acerca de la opción y la elección
P. Krishna: ¿Puede uno practicar la no violencia realmente, o decidir practicar la no violencia en tanto uno es violento internamente, interiormente?
Del artículo "KRISHNAMURTI y GANDHI" por el Prof. P. Krishna
Krishnamurti: ¿Qué es lo importante, pelear sobre nuestras opiniones en conflicto acerca de si algo es bello o feo, o ser sensibles tanto a la belleza como a la fealdad? En la vida hay suciedad, escualidez, degradación, dolor, lágrimas, y también hay alegría, risas, la belleza de una flor bajo la luz solar. Lo que importa, sin duda, es ser sensibles a todo, y no decidir meramente qué es bello y qué es feo y permanecer con esa opinión.
Del capítulo 6: La totalidad de la vida, del libro
"El Propósito de la Educación" de Jiddu Krishnamurti
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Fabio Zerpa: Lo primero sería, entonces, la percepción directa de la realidad.
Armando Clavier: Lo primero y lo último. La percepción es la acción interna. La verdadera percepción –insisto, ésta no es sensoria– no contiene en sí a un "percibidor" que diga: "Ahora que he percibido esto, voy a encarar tal acción". En ese caso hay una separación entre el percibidor y lo percibido, y la cosa cae en la opción egocéntrica. ¿Quién es el percibidor sino el "yo", el centro personal de la conciencia, el pasado proyectándose como pensamiento desde la memoria y creando la ilusoria entidad psicológica que se siente separada, diferente, única, y está en permanente movimiento de autoprotección? Ese es el percibidor. Desde luego, él siempre va a decidir según las pautas básicas de miedo, seguridad y placer. La acción que produzca jamás podrá conspirar contra su propia existencia.
F.Z.: O sea, que el percibidor no puede querer cambiar. El cambio significaría su muerte.
A.C.: ¿Se da cuenta? Usted preguntaba por qué muy pocos entienden la enseñanza. Mientras la cosa se maneja a nivel verbal todo parece ir muy bien, pero cuando se profundiza un poco más y se ponen en movimiento las defensas psicológicas, la propia mente bloquea lo que no quiere comprender. No es que le resulte difícil comprenderlo. Esa mente egocéntrica, autoprotectora, acepta un Krishnamurti al que pueda incorporar a sus estructuras de seguridad, y rechaza al Krishnamurti que amenaza esas estructuras. Mientras estos mecanismos estén activos, es imposible el contacto con la enseñanza viva, es imposible la comprensión.
Del artículo-diálogo:
"Jiddu Krishnamurti y Armando Clavier, UN HOMBRE LLAMADO… KRISHNAMURTI"
por Fabio Zerpa.
Entrevista de Fabio Zerpa a Armando Clavier que… «Ha penetrado a niveles excepcionales en la esencia viva de esta enseñanza espiritual, una de las más profundas y esclarecedoras que haya conocido la Humanidad y hoy Armando Clavier "ve" a Krishnamurti».
Interlocutor: ¿Puedo formularle una pregunta? Usted habla a menudo de la belleza de las montañas y del silencio de la mente cuando contempla la belleza de una nube. ¿Puede la mente estar en silencio cuando contempla algo horrible?
KRISHNAMURTI: Sólo escuche cuidadosamente, observe la oscuridad y la luz, los barrios bajos y los que no son bajos. ¿Puede observar eso? ¿Puede haber una percepción alerta en la que no existan estas divisiones? ¿Hay un estado de percepción alerta en que no existe la división entre pobres y ricos? No el hecho de que no hay división, con toda su injusticia, inmoralidad, todo eso, sino una percepción alerta en que no existe esta división. Es decir, ¿puede la mente observar la belleza de la colina y la miseria, sin preferencia, sin inclinarse por lo uno en oposición a lo otro? Eso implica un estado de conciencia en que no existe la opción. Usted puede hacerlo. No es que la pobreza deba continuar. Usted querría hacer algo, políticamente, socialmente, etc.; pero la mente podría estar liberada de la división, de esta clásica división entre el rico y el pobre, entre la belleza y la fealdad, liberada de los opuestos, etcétera.
…/…
Interlocutor: Me gustaría preguntarle si para usted hay diferencia entre el pensamiento y la especulación.
KRISHNAMURTI: ¿Por qué debería haber diferencia entre el pensamiento y la especulación? ¿Quién especula? ¿No es el pensamiento el que especula? ¿No es el pensamiento el que teoriza acerca de que hay Dios o de que no hay Dios, acerca de cuántos ángeles pueden sentarse sobre la cabeza de un alfiler, etc.? Toda la tarea del pensamiento es especular. No hay diferencia, es la misma cosa.
Biblioteca UPASIKA
Saanen, 10 de agosto de 1971. De el libro de Krishnamurti
En versión original en inglés. En la edición española fue editado en tres volúmenes: Volumen I. La raíz del conflicto. Volumen II. La persecución del placer. Volumen III. La conciencia fragmentada. (El texto extraído pertenece al volumen III).
Interlocutor: ¿Podría usted repetir la última afirmación?
Krishnamurti: Dije, creo, que si usted ve sólo ese estado, si lo conoce por completo, si se da cuenta, sin elección alguna, de que la mente está totalmente condicionada, entonces conocerá, o empezará a sentir o captar el aroma o el gusto de ese extraordinario sentido de libertad. Empezará. Pero usted aún no lo tiene, no se escape con sólo el aroma de un perfume.
Jiddu Krishnamurti "La Libertad Interior"
Título original: TALKS AND DIALOGUES SAANEN 1968.
Editorial Kairós, Barcelona Segunda edición: Julio 1994.
Visitar libro en formato .zip La Libertad Interior en la Biblioteca del Portal Web SANTUARIO.
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Racionalidad en

WikipediA
Lo racional y lo irracional
en Cap. 03 Gnoseología de

Filosofía Crítica Trascendental por Eugenio Máximo Tait
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J. Krishnamurti
Más allá del pensamiento
   
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Racional
Irracional
Aclaratoria
TELE MONEGAL
LA PERSONA
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Espejismo de Centricidad - RICO PAR - 2008/09
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